¿Podría la observación de aves salvar los bosques de América Latina?

por Manuel Sánchez


Cada vez que he viajado en los últimos diez años ha sido para ver pájaros. Guardo una lista personal de las aves que he visto para recordarlas, ya sean las ruidosas bandadas o individuos solitarios. A finales del mes pasado, un grupo de amigos observadores de aves y yo contamos más de 120 especies diferentes de aves en el transcurso de alrededor de 13 horas en la región amazónica de Ecuador.

Dibujado por Manuel Sánchez.

El censo formó parte del Conteo Navideño de Aves de Audubon en Morona Santiago, Ecuador. En una pequeña zona de los bosques secundarios, pastizales abiertos, pequeñas plantaciones y caminos de tierra, observamos más del 45 por ciento de todo el número de especies de aves del Reino Unido. El censo en total contó a 310 especies en Morona Santiago, sobrepasando el total de especies británicas. En el norte de Ecuador, en lugares como Mindo o Cosanga, las personas reportan entre cuatrocientas y quinientas especies diferentes de aves cada año durante el mismo conteo de aves navideño.

Observar aves es un pasatiempo—y, a veces una obsesión—practicado por millones de personas en Europa y Estados Unidos. Los miembros de esta subcultura se congregan por miles durante los festivales de primavera en los EE.UU., para observar y celebrar el regreso de las aves migratorias de sus áreas de invernada en América Central y del Sur. En el Reino Unido, la British Birdwatching Fair en Rutland, celebrada en agosto atrae a más de 20.000 visitantes.

Este entusiasmo generalizado podría verse en América Latina. Pero, ¿Por qué la gente viaja miles de kilómetros para observar aves? Les daré una buena razón por la que deberían: visto desde los ojos de un observador de aves, América Latina es el paraíso. Más de 3.000 especies se pueden encontrar en el Neotrópico.

Dibujado por Manuel Sánchez.

Cubriendo la mayor parte de América Latina, el Neotrópico se extiende desde el sur de México a Chile, incluyendo la Florida y el Caribe. El Neotrópico es una de las ocho eco-regiones del mundo y éste alberga a miles de especies de aves únicas, como el Quetzal del sur de México hasta Panamá, los pinzones de Darwin en las Islas Galápagos en Ecuador, a la enorme cantidad de aves marinas en las costas patagónicas en Argentina.

Bird Life International, una organización de conservación de las aves, ha identificado más de doscientos Áreas de Endemismo para las Aves a nivel mundial y más del 35 por ciento de éstas se encuentra en el Neotrópico. Los científicos todavía están encontrando más aves aquí. En el 2013, un grupo de científicos brasileños y estadounidenses describió 15 nuevas especies, 11 de las cuales son endémicas de Brasil.

Observadores de aves extranjeros han acudido masivamente a América Latina para observar aves durante décadas. En 2014, un grupo de ornitólogos de la Universidad Estatal de Louisiana, viajó a Perú y estableció el récord mundial de la mayoría de especies observadas en un día: 354 especies.


Los 'big days' en América Latina: El número de especies de ave visto en un día

'Bid days', o días grandes, donde se vieron más de 100 especies de aves en un sólo día.
Datos: ABA.org de 1976 hasta 2014.


Dibujado por Manuel Sánchez.

¿Puede la observación de aves hacerse popular en América Latina?

Las ventajas son evidentes: por la creación de reservas para la observación de aves, enormes extensiones de bosques podrían estar protegidas de las industrias extractoras como la minería, la explotación forestal y la perforación petrolífera. Pero, ¿Están los latinoamericanos interesados en observar aves?

De hecho, hay un precedente. Colombia, que alberga la mayor cantidad de especies de aves en el mundo, cuenta con una Red Nacional de Observadores de aves que congrega a diferentes organizaciones relacionadas con la conservación de las aves. En Brasil, el grupo web wikiaves posee casi veinte mil miembros.

Por otra parte, en los cuatro países de América del Sur con la mayor cantidad de especies de aves en el mundo [Colombia (1,835 especies), Brasil (1,787 especies), Perú (1,771 especies), y Ecuador (1,609)] han estado llevándose a cabo congresos ornitológicos anuales, ferias de observación de aves y conteos de aves de Navidad que han estado viendo un aumento en el número de participantes. Algunos de estos países han desarrollado estrategias para promover el turismo de observación de aves como una herramienta para la recreación y la conservación.

Recientemente se designó a la zona de Mashpi–Pachijal en la región de Chocó en el noroccidente de Ecuador como un "Área Importante para las Aves", donde se encuentran varias aves endémicas y raras, incluyendo el Solitario Negro, el Pinchaflor Índigo, la Tangara Dorsimusgosa, y los raros y en Peligro de Extinción, Vireo del Chocó y Cuco Hormiguero Bandeado. Así mimo, en el noreste de Brasil, se creó una reserva de 140 acres para proteger el Soldadinho de Araripe, un ave que se piensa tiene apenas 800 individuos y es el Saltarín más bonito y más amenazado en todo el Neotrópico.

El Correcaminos del Chocó

En noviembre de 2014, el personal de la Reserva y Estación Científica Un Poco Chocó en Ecuador alertó al mundo sobre el regreso del Cuco Hormiguero Bandeado o Correcaminos del Chocó al bosque que protegen, después de catorce meses en los que se pensaba había desaparecido.

El Correcaminos del Chocó es una de las aves más esquivas para los observadores de aves y ornitólogos. Éste habitante del suelo boscoso se distribuye en un hábitat bastante restringido de la región del Chocó de Colombia y Ecuador.

Por los bosques húmedos, el Correcaminos del Chocó persigue los ejércitos de hormigas que marchan a lo largo del suelo del bosque. Desde su primer registro en Un Poco del Chocó, varios observadores de aves han visitado esta reserva para ver de cerca a esta ave tan difícil de observar. En noviembre de 2014, por fin pude verlo y añadirlo a mi lista personal.


El Correcaminos del Chocó fotografiado en la reserva Un Poco del Chocó en Ecuador. Foto: Manuel Sánchez


El Hormiguero Alibandeado

Uno de las aves más buscadas en el Neotrópico fue evaluada por científicos brasileños en 2011. Se la ubicó en el grupo Thamnophilidae que en griego significa "amantes de los matorrales" -porque casi todos Thamnophilidos habitan en el suelo del bosque, su rara apariencia fue motivo de discusiones acerca del grupo de aves al que podía pertenecer. Estudios como estos están generando nuevas clasificaciones y sistemática de la biodiversidad de la región neotropical.

Dibujado por Manuel Sánchez.

Se espera que investigaciones futuras puedan aclarar si el Hormiguero Alibandeado que vive desde el Oriente de Nicaragua hasta el noroeste de Colombia sea una especie diferente al Hormiguero Alibandeado que se encuentran desde el Oriente de Colombia hasta las Guayanas, la Amazonía de Colombia, Ecuador y Perú, y la Amazonia oriental de Brasil.

La amenaza para las aves de América Latina

Aves neotropicales enfrentan varias amenazas en la región. La explotación de los recursos no renovables, la agricultura insostenible, la pesca extensiva, la deforestación, las especies invasoras, la contaminación y el desarrollo de infraestructura se consideran las principales causas de la extinción y disminución de la población de aves.

Sin embargo, otros tipos de actividades humanas están destruyendo ecosistemas enteros, también. Sembradíos ilegales y el tráfico de drogas en América Latina tienen importantes bosques para las aves fragmentados. El futuro no es prometedor, incluso para algunas especies consideradas comunes en la cuenca del Amazonas. En 2011, un estudio publicado en Diversity and Distributions predijo que la pérdida de hábitat debido a la deforestación podría ser una amenaza para más de 90 especies en la región amazónica. Por lo tanto, especies consideradas comunes, como la Paloma Rojiza o el Caracara Negro, ambas fueron considerados vulnerables a la extinción en esta publicación, junto con muchos más.

Según la Lista Roja de la UICN, los cuatro países neotropicales con la mayor cantidad de especies de aves en el mundo (Colombia, Brasil, Perú y Ecuador) también se colocan en el top cinco de los países con el mayor número de aves en peligro de extinción, con Brasil a la cabeza del grupo e Indonesia con ellos.


Trogon elegante. Foto: Dominic Sherony via Wikipedia.


Invertir en la observación de aves

El Neotrópico en Latino América es una región única y frágil del planeta que ofrece la oportunidad de observar cientos de diferentes especies de aves coloridas y algunas rarezas emplumadas, también.

Para facilitar este tipo de turismo, la región debe invertir en la capacitación de observadores de aves locales y la creación de clubes de observación de aves. Algunas reservas se han establecido para proteger la vida silvestre, pero la promoción de actividades sostenibles es esencial para la preservación de los ecosistemas en el Neotrópico. Tenemos que empezar tan pronto como sea posible si queremos seguir sintiéndonos orgullosos de una de las regiones con mayor biodiversidad en el mundo.


 

 

Manuel Sánchez es asistente de campo en ornitología y guía de observación de aves con una maestría en comunicación de ciencias y participación pública de la Universidad de Edimburgo. Ha viajado por América del Sur apoyando procesos que fomentan el turismo pajarero y respaldando la observación de aves por parte de grupos locales. Ha colaborado con nuevos registros de distribución de aves en Ecuador. Sus grabaciones de vocalizaciones de aves en algunos países se pueden encontrar aquí. Síguelo en Twitter en @clandestinebird.
 
Audio del Hormiguero Alibandeado grabado por Jarol Fernando Vaca en xeno-canto.
Redacción y diseño de sitio web por Aleszu Bajak.