por Iván Zubieta Ortiz
En las últimas semanas, la oficina encargada de fomentar la ciencia, tecnología e innovación (CTI) en Colombia–Colciencias–ha estado sujeta a fuertes críticas por parte de diferentes sectores de la comunidad académica. Desde su política de evaluación de grupos de investigación, hasta su programa “Es tiempo de Volver”, sin dejar de lado los constantes cambios en la dirección de la institución desde el gobierno anterior, han estado sujetos a fuertes críticas que ponen en duda una vez más la capacidad de Colciencias para liderar y diseñar la política científica del país. Esta situación deja en escena una pregunta importante para el futuro de la política de ciencia y tecnología en Colombia, ¿Qué debemos hacer con Colciencias?
Y es que a pesar de los cambios instaurados por la Ley 1286 de 2009, el aumento de los recursos de inversión para esta institución (ver informe, capitulo 9) y los nuevos recursos del Sistema General de Regalías (SGR) para financiar proyectos regionales de CTI, Colciencias aún no muestra con claridad una mejoría en su capacidad de fomentar la ciencia, tecnología e innovación en Colombia (la cual es su labor misional). En vez de ello, Colciencias se ha enfrascado en una serie de prácticas para regular la actividad científica y de innovación (calificar grupos de investigación, revistas científicas, publicaciones, etc), olvidando su función de incentivar su producción y consolidación.
Esta mala situación de la institución responde firmemente a los problemas de diseño que tiene la política CTI en el país. Como lo afirma el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT), Colciencias aún no logra consolidar su labor de pensar y diseñar la política científica y tecnológica del país luego de 40 años de su existencia, creando un deficiente dialogo entre la institución y el resto del Gobierno Nacional. Esto termina en una política CTI diseñada por otras instituciones de gobierno que delegan a Colciencias su ejecución, sin cuestionar la posición y capacidad de ejecución de la entidad. Este es el caso del Fondo de Ciencia y Tecnología del SGR, que también ha estado sujeto a críticas.
Por otra parte, la falta de liderazgo de Colciencias a la hora de diseñar la política CTI ha ocasionado que los objetivos que esta última persigue permanezcan casi invariantes desde la creación de la institución. Nuevamente siguiendo al OCyT, la política científica que dio origen a Colciencias tenía como objetivo permitir el cambio tecnológico que impulsara la productividad y el crecimiento económico, en marco de la política proteccionista de sustitución de importaciones de la época. A pesar del cambio de dirección que se le ha dado a la política económica del país en los últimos años, esta institución aun persigue el mismo objetivo: la innovación y la interacción ciencia-Estado-mercado como vía para el crecimiento de la economía y la productividad, que si bien es un objetivo loable y necesario, no debe ser el único que perseguir esta política.
Este problemática ha llevado a que muchos consideren que esta escasa interlocución Colciencias-Gobierno se resolvería si la entidad se convierte en un ministerio. Sin embargo, en ausencia de una política clara que enmarque claramente al sector y defina las funciones de esta nueva entidad, esta medida podría resultar en un gran desatino. Es necesario priorizar el replanteamiento de la política científica y tecnológica en el país antes de crear instituciones que no tienen un marco definido sobre el cual y por donde actuar.
Todo esto invita a repensar nuevamente la política científica en Colombia, en donde es indispensable una institución que fomente el desarrollo científico en el país con políticas que vayan más allá de calificar la producción científica y “repatriar cerebros fugados”. El país necesita una entidad que también logre sacar adelante los programas de política pública que se proponen en materia de ciencia y tecnología. Y esta entidad, en el estado actual de las cosas, no es Colciencias.
Iván Zubieta Ortiz es estudiante MSc en Estudios Sociales de la Ciencia en la Universidad Nacional de Colombia. Síguelo en Twitter en @IvZubieta.