Las micobacterias que infectan humanos son de los microorganismos que más preocupan a los médicos. No solo son responsables de la tuberculosis o la lepra, sino que son un problema creciente en las infecciones hospitalarias, sobre todo en infecciones de tejidos blandos e infecciones de cirugías cosméticas. Además, las micobacterias son las bacterias más resistentes a desinfectantes debido a una estructura muy particular de su envoltura celular ¿Quién pensaría que el vinagre, asequible y barato, mataría a estas peligrosísimas bacterias?
Pero lo hace. Luego de la observación anecdótica de su efecto bactericida, científicos venezolanos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (junto con colaboradores de EE.UU y Francia) dirigidos por el Dr. Howard Takiff, cuantificaron la actividad bactericida del ácido acético utilizando vinagre comercial.
Ellos hallaron que la exposición a vinagre (ácido acético al 5 %) durante 20 minutos reduce las bacterias vivas de Mycobacterium smegmatis (responsable de celulitis crónica) al menos 10 millones de veces. Pero esos 20 minutos con ácido acético 5 % solo disminuyeron en 10 mil veces las bacterias viables de otra especie, Mycobacterium tuberculosis, tanto la cepa MDR (multirresistente a drogas) como la XDR (extensivamente resistente a drogas). Hizo falta aumentar la concentración hasta el 8 % y exponerlas durante 30 minutos para disminuir su población 100 millones de veces.
Y fueron más allá. También probaron el efecto del vinagre sobre las bacterias resistentes Mycobacterium abscessus (responsable de adenitis y bursitis), Mycibacterium bolletii y Mycobacterium massiliense (responsables de infecciones respiratorias, intervenciones estéticas y neumonías). La primera se vio significativamente afectada por la exposición al ácido acético 6 % por 30 minutos, mientras que las dos últimas (las más resistentes del grupo) redujeron 1 millón de veces su población al exponerlas a 10 % de ácido acético.
Demostraron también que el efecto bactericida del vinagre se mantiene incluso en condiciones “sucias”, esto es: la solución de vinagre con albúmina de suero bovino y glóbulos rojos sanguíneos. Bajo estas condiciones más fisiológicas, la disminución de las bacterias viables fue significativa, hasta 100 millones de veces menos bacterias.
Considerando que la definición generalmente aceptada para que un micobactericida sea efectivo es que reduzca en 10 mil veces las bacterias viables, el efecto del vinagre sobre las bacterias más resistentes que se conocen es realmente espectacular. La alta capacidad del ácido acético en matar a las micobacterias sugiere que el vinagre debería considerarse nuevamente como un bactericida efectivo que puede ser utilizado como desinfectante general (como lo fue usado hasta la primera mitad del siglo XX era este su principal uso).
Mientras que tal vez otros ácidos sean mejores bactericidas, el vinagre no es tóxico, es económico y está disponible. Esto podría convertirlo en un biocida efectivo y barato para desinfectar materiales clínicos y superficies de laboratorio, siendo particularmente útil en países en vías de desarrollo. Muy emocionante.
Felix Moronta es biólogo molecular venezolano de 31 años de edad. Actualmente es un post-doc en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas en Caracas. Su blog es http://felixmoronta.com.